El traductor está comprometido a traducir y revisar su trabajo respetando la terminología en cuestión. El traductor, si lo considera pertinente, puede extraer una lista de preguntas sobre el texto original para añadirlo y enriquecer la base de datos del glosario.
Nuestros correctores son responsables de verificar que el texto traducido esté acorde con el original y que se ha respetado la terminología. Igualmente buscan las respuestas a las preguntas no respondidas, detectan discrepancias en el estilo, se aseguran de que la ortografía y la sintaxis sean impecables y finalmente revisan la totalidad del documento.
Nuestro gerente de proyectos es responsable de la supervisión general de cada solicitud de parte de los clientes y permanece en estrecho contacto con el cliente y con el traductor. Una de sus tareas más importantes es asegurarse de que cada proyecto se complete a tiempo o, en lo posible, antes de lo previsto.
Cada sección de trabajo es realizada y revisada en seis etapas:
1. Identificación de la terminología
2. Traducción (mediante glosarios actualizados y tentativamente documentos y libros de referencia)
3. Creación de un glosario aprobado por el cliente (con la posible actualización durante el proceso de traducción)
4. Corrección de la precisión por parte del traductor
5. Corrección por parte del revisor previo a la aprobación final (congruencia y coherencia de la terminología, armonización del texto y calidad de estilo...)
6. Proceso de revisión final y diseño de página.